domingo, 6 de julio de 2008

ENSAYO

LA RESPONSABILIDAD DEL PROFESOR EN LA EDUCACIÓN

Como estudiante de educación se podría suponer la existencia de la vocación por la misma, salvo algunos casos aislados, que deben ser los mínimos. Pero basta solo con la vocación y el gusto por la educación para poder ejercer eficazmente nuestro rol crucial y medular en la sociedad. Puedo reconocer que nunca he dejado de considerar la función social que cumple la educación, pero a la vez, debo asumir que comprender la inmensa responsabilidad que recae en nuestras manos ha sido un proceso que se ha dado lentamente y que ha redundado en el reconocimiento de responsabilidades que muchas veces pasa desapercibida por el común de la gente. Las cátedras de profesores, la lectura de escritos de investigadores de la educación y de profesionales que a pulso han dedicado su vida al servicio de la educación han colaborado con el reconocimiento y la identificación del enorme compromiso que como educadores debemos asumir para con la educación y con la sociedad.

Dentro de las responsabilidades que recaen en el profesor, en forma muy personal, creo una de las más importantes son la formación personal de nuestros alumnos. El profesor como actor principal en la sala de clases, puede y debe trabajar el aspecto valórico, los principios, la ética, etc.… aún cuando el proyecto educativo no lo contemple, aún cuando el sistema educativo no lo mida, no lo exija ni lo aborde, sabemos del carácter transversal de estos objetivos, pero también sabemos que para algunos establecimientos no son prioridad y esta responsabilidad recae más bien como un compromiso personal con la educación de sus alumnos, si somos capaces de elegir esta profesión siendo consecuentes con nuestra vocación, no podemos no creer en el fin social de nuestra labor, en el rol y la responsabilidad frente a esta sociedad que estamos asumiendo, las personas que estamos formando serán quienes tendrán la posibilidad de trascender a través de la formación que reciban, cada vez que miramos a nuestro alrededor y vemos carencias de valores debemos ser capaces de reconocer la fortuna que tuvimos al contar con una formación distinta que nos permite tomar decisiones adecuadas, resolver los conflictos a través del dialogo, de la discusión y no por medio de la violencia, y porque no darles esa posibilidad a otros, y al hacerlo será caridad de parte nuestra o será responsabilidad?

Creo firmemente que es indispensable reflexionar acerca de nuestro rol en la educación, tratar de encontrar el motor que me moverá en el quehacer educativo, porque si creemos que nuestro trabajo va a estar lleno de protocolos a seguir, que encontraremos en la universidad formulas o estrategias para cumplir con la función de educador, que nuestras planificaciones nos servirán toda la vida, que nuestros cursos serán iguales unos con otros, que los niños tendrán similares características ahora o en cinco años más, que los valores de nuestra sociedad seguirán siendo los mismos a través de los años, creo que estamos perdiendo nuestro tiempo o equivocando nuestro camino, pero por que ser tan drásticos quizás solo debemos reafirmar nuestra vocación y reorientar nuestras expectativas frente al quehacer educativo.

Como conclusión quisiera plantear que estoy convencida que el motor de la educación es contribuir en la formación de personas que puedan ser mejores y que a través de eso puedan ser felices y contribuir en esta sociedad y en este mundo de manera positiva, y creo que una de las formas mas importantes de llevar a cabo este objetivo es el convencimiento de la importancia de nuestra influencia y de nuestro rol y aquí es donde recuerdo un mail que me llego por medio de una cadena, a pesar de no mostrar simpatía con estos mails, en esta oportunidad lo abrí y aún no sabiendo muy bien de donde provenían aquellas frases, a pesar de ser simples las encontré muy ciertas, pasare a reproducir algunas de las frases que lo contenían, no sacamos nada con tener un buen colchón donde dormir si por el estrés de la vida que llevaremos no podremos descansar, no sacamos nada con estar al lado de la persona que amamos si cuando llegamos está durmiendo y cuando nos vamos también, no sacamos nada con tener a nuestra madre viva si el tiempo no nos alcanza ni para visitarla de vez en cuando, no sacamos nada con tener el disco de nuestro cantante favorito si no podemos escucharlo, etc..… la vida que llevamos muchas veces llena de éxito nos impide disfrutarla, nos preparan para el éxito, para tener dinero, familia, y siempre querer más, pero nadie nos prepara para ser felices, para disfrutar con las cosas simples de la vida, para apreciar lo que tenemos, para engrandecer nuestra sociedad, en fin. Con este ejemplo y haciendo una analogía con la labor de la educación podemos decir que: no sacamos nada con formar maquinas de hacer dinero si no sabrán disfrutarlo, no sacamos nada con educar para que el día de mañana tengan un currículum abultado si no sabrán trabajar en equipo o si no contaran con las habilidades interpersonales necesarias para relacionarse con el resto o para desempeñarse en sociedad.

Muchas veces la labor educativa se ve interferida por las limitaciones sociales, familiares, económicas y por que no decirlo por el contexto educativo, pero el trabajo y la certeza de que efectivamente se pueden generar cambios aún en las adversidades que el ambiente educativo pueda presentar, con colegas que no creen en el potencial educativo de sus alumnos, con gobiernos que no comprenden la necesidad de enfatizar en el mejoramiento de la calidad educativa en aquellas escuelas que mas necesitan una buena inyección de recursos, con familias poco comprometidas con su rol como formadores y con la labor educativa, con alumnos a los que se les preparó para el fracaso, la resignación, el conformismo, la mediocridad y la frustración, con autoridades de la escuela que no comprenden la importancia de una buena gestión educativa, etc.… a pesar de todo el negativismo frente a estos alumnos en vulnerabilidad social puedo confirmar mediante la película, aquello que hoy constituye el motor que mueve mi pasión por la educación y es que es posible generar los cambios necesarios para revertir el futuro de estos alumnos, que es posible a través de estos alumnos la educación para la formación de seres con capacidad de ser mejor, por ende más felices y un aporte positivo que contribuirá con el mejoramiento de nuestra sociedad.


CLAUDIA MARAMBIO C.

No hay comentarios: